Asalto del Barcelona en Lisboa para llegar a octavos

El Barcelona logró el billete a los octavos de final de la Champions League tras asaltar el Estadio Da Luz de Lisboa con un 4-5 de locura con gran polémica arbitral que favoreció al equipo culé, que a 20 minutos del final iba perdiendo 4-2. Los de Flick salvaron lo que parecía un naufragio con ayuda del VAR y remontaron con tres goles en 20 minutos. El billete, con estos tres puntos, a octavos de manera directa lo tienen ya en la mano de manera matemática.

La sorpresa en el Barcelona saltó antes de pisar el Estadio Da Luz de Lisboa. Hansi Flick cambió de portero en su once y le dio la confianza a Szczesny. Una gran sorpresa después de lo sucedido en Arabia con aquella expulsión contra Mbappé. Y es que el Barça se medía al Benfica con el objetivo de amarrar los octavos de final de manera directa. Para ello tenía que ganar en un escenario pesadilla para la entidad culé (por el 2-8 del Bayern en 2020 y el 3-0 del Benfica en 2021).

No empezó nada bien el Barcelona en Lisboa. El atasco y las malas sensaciones de Getafe se trasladaron a la Champions y a los dos minutos de juego ya estaba perdiendo en Da Luz. Territorio de pesadillas para la entidad blaugrana. Una vez más. Carreras, lateral español, puso un centro perfecto al área y Pavlidis marcó el primero de la noche. 1-0.

El Barça se deshizo en los primeros minutos de juego. En el minuto seis perdonó el segundo el Benfica tras otro centro de Carreras. No estaba metido en el partido el equipo de Hansi Flick hasta que el VAR le rescató. Balde cayó derribado en el área en el minuto 11 y el colegiado holandés no pitó nada. Pero el VAR le llamó, lo vio y rectificó. Lewandowski lo tiró dos minutos después y empató el partido. 1-1.

Las pifias de Szczesny condenan al Barça

El gol de Lewandowski le dio vida a un Barcelona que pudo remontar poco después, en el 19, cuando Trubin le negó el tanto a Gavi. El mediocampista culé empaló una volea dentro del área que despejó el portero local. Estaba despertando el Barcelona hasta que Szczesny decidió pifiarla y condenar el equipo blaugrana.

En el minuto 22 de partido, el portero polaco cometió una de las cantadas de la jornada en la Champions League. Se le cruzaron los cables y le regaló el segundo al Benfica. El equipo luso buscó un balón largo y Balde le estaba defendiendo en carrera. El defensa español no miró para atrás e inexplicablemente, Szczesny, salió de su área y se llevó por delante a su compañero. Los dos quedaron en el suelo y Pavlidis se quedó totalmente solo con la portería vacía para marcar el 2-1 en el minuto 22.

Y ocho minutos después, otra vez Szczesny, que se estaba luciendo para mal, cometió un claro penalti para que Pavlidis marcase su hat-trick particular y colocase al Benfica con un 3-1 en el marcador que dejaba muy tocado al Barça. Hansi Flick le había dado total confianza en este partido importante al polaco y le estaba saliendo horriblemente mal.

El Barça da la cara

La segunda mitad comenzó con un Benfica que perdonó dos ocasiones claras en los primeros instantes y un Barcelona mucho más metido en el partido. La tuvo Lewandowski en el área pequeña con un gran centro lateral de Pedri. En el minuto 61 movió el banquillo Flick dando entrada a De Jong por Casadó y a Fermín por un Gavi que tenía amarilla.

Y tres minutos después, la maldición de los porteros en Lisboa le favoreció al Barcelona. El guardameta del Benfica, Trubin, se unió a las pifias y le regaló el gol a Raphinha. Sacó mal y la pelota fue directa a la cabeza del brasileño. Y de ahí directa al fondo de la red. Era el 3-2 para meter de lleno al Barça en el partido.

Pero le duró muy poco la alegría al Barcelona. En el 68, cuatro minutos después, el Benfica siguió abriendo la herida del Barcelona con el 4-2. Tras un centro al área del equipo luso, Araujo no se fio de su portero, metió la pierna, y se marcó en propia puerta con Pavlidis esperando en la boca de gol. El Barça estaba cayendo de manera catastrófica en Lisboa.

El partido no había llegado a su fin y en el minuto 76 el colegiado holandés le regaló un penalti al Barcelona. Y es que Lamine Yamal se dejó caer en el área y el árbitro picó. Lo transformó Lewandowski sin pestañear y puso el 4-3 en el marcador para volver a darle vida al partido.

El Barça gana a la épica y con polémica

Eric García, y también Ferran Torres, entraron al campo por Koundé y Balde. Eran los dos últimos cambios de Hansi Flick para buscar una épica que terminó llegando en Lisboa. En el minuto 87, el Barcelona sacó un córner en corto, Pedri la puso al segundo palo con música y Eric García entró con todo de cabeza para hacer el empate a cuatro en Lisboa. Locura total en un partido loco.

Di María, a la contra, tuvo el quinto para el Benfica en un claro mano a mano, pero Szcznesy se redimió con una gran parada. Y el final de partido fue surrealista. En el minuto 95, con el tiempo cumplido, el Benfica pidió un penalti en el área del Barcelona y el colegiado no pitó nada. A la contra salió con todo Raphinha e hizo el 4-5 a lo loco. El holandés esperó que el VAR revisase el penalti anterior, pero no pitó nada. También fuera de tiempo. El asalto se había confirmado y el Barcelona lograba el billete a los octavos de final. Los lloros de Laporta funcionaron en Europa.